En 2005 fundé la ASESORÍA PSICOPEDAGÓGICA FAMILIAR (apf) con una clara vocación de servicio:
- servicio a las familias en su derecho a recibir una orientación que no siempre reciben de sus centros escolares.
- servicio a los alumnos en su derecho a ser atendidos en sus múltiples necesidades educativas.
- servicio a la mejora de la calidad de la educación desde la cooperación de profesionales delos ámbitos clínicos y educativos.
Como profesionales de la
psicopedagogía, que hemos apostado por trabajar coordinadamente especialistas
de la salud y de la educación, creemos que los problemas que más nos preocupan
a todos y que aparecen en aumento en las escuelas son demasiado complejos como
para que exijamos a los educadores que los resuelvan en solitario.
Trastornos de aprendizaje, trastornos de conducta, acceso al policonsumo de drogas, aumento de la ansiedad / depresión y de la violencia son aspectos que cada vez preocupan más a los educadores y a las familias.
Ni las familias tienen la obligación de ser especialistas en su resolución, ni tampoco los educadores están en condiciones de cargar con toda la responsabilidad de buscar soluciones mágicas dentro de las escuelas.
Por ello, nosotros somos partidarios del trabajo de colaboración coordinado entre los profesionales de la salud y los de la educación.
Esta práctica debe iniciarse y promoverse desde las Administraciones, pero desde la base, nosotros ya estamos dando los primeros pasos.
No es eficaz que una escuela decida expulsar a un alumno por ser consumidor de drogas; ni tan siquiera como "minitraficante". Hoy en día, desgraciadamente , ya es muy difícil distinguir al consumidor del proveedor.
Nuestros niños de 14, 15 años para ser consumidores necesitan también traficar, como modo de obtener ingresos.
¿ Es un delito ?, ¿ Deberíamos internarlos para su desintoxicación ?
¿ No los vemos sentados en la calle, en los parques y jardines, casi a todas horas celebrando la ceremonia del chocolate?
¿ Dónde están los padres y los vecinos de los que hacen de la litrona y el calimocho el ritual obligado todos los fines de semana?
¿ Nadie es capaz de detectar que su hijo está enganchado a Internet, a los chats o los videojuegos sin el más mínimo control del tiempo ?
La labor de educadores no es penalizar ni realizar registros ni redadas policiales.
Debemos intervenir en la prevención, en la información y formación, en el trabajo compartido de estrategias y objetivos con las familias.
Y por esto precisamos que los especialistas clínicos trabajen de modo coordinado con los educadores.
Ante los graves problemas de aprendizaje se esconden algunos trastornos "invisibles" que afectan al estudio y a la conducta.
También tras el fracaso escolar se esconde el fracaso educador.
Siempre se culpabiliza al niño de ser el responsable de fracasar en sus aprendizajes, como si los profesionales especializados en enseñar, no tuvieran ninguna responsabilidad.
Los alumnos no fracasan.
Trastornos de aprendizaje, trastornos de conducta, acceso al policonsumo de drogas, aumento de la ansiedad / depresión y de la violencia son aspectos que cada vez preocupan más a los educadores y a las familias.
Ni las familias tienen la obligación de ser especialistas en su resolución, ni tampoco los educadores están en condiciones de cargar con toda la responsabilidad de buscar soluciones mágicas dentro de las escuelas.
Por ello, nosotros somos partidarios del trabajo de colaboración coordinado entre los profesionales de la salud y los de la educación.
Esta práctica debe iniciarse y promoverse desde las Administraciones, pero desde la base, nosotros ya estamos dando los primeros pasos.
No es eficaz que una escuela decida expulsar a un alumno por ser consumidor de drogas; ni tan siquiera como "minitraficante". Hoy en día, desgraciadamente , ya es muy difícil distinguir al consumidor del proveedor.
Nuestros niños de 14, 15 años para ser consumidores necesitan también traficar, como modo de obtener ingresos.
¿ Es un delito ?, ¿ Deberíamos internarlos para su desintoxicación ?
¿ No los vemos sentados en la calle, en los parques y jardines, casi a todas horas celebrando la ceremonia del chocolate?
¿ Dónde están los padres y los vecinos de los que hacen de la litrona y el calimocho el ritual obligado todos los fines de semana?
¿ Nadie es capaz de detectar que su hijo está enganchado a Internet, a los chats o los videojuegos sin el más mínimo control del tiempo ?
La labor de educadores no es penalizar ni realizar registros ni redadas policiales.
Debemos intervenir en la prevención, en la información y formación, en el trabajo compartido de estrategias y objetivos con las familias.
Y por esto precisamos que los especialistas clínicos trabajen de modo coordinado con los educadores.
Ante los graves problemas de aprendizaje se esconden algunos trastornos "invisibles" que afectan al estudio y a la conducta.
También tras el fracaso escolar se esconde el fracaso educador.
Siempre se culpabiliza al niño de ser el responsable de fracasar en sus aprendizajes, como si los profesionales especializados en enseñar, no tuvieran ninguna responsabilidad.
Los alumnos no fracasan.
Quienes fracasan son los docentes, las escuelas, las familias, los planes de estudio, los programas educativos, el sistema escolar e, incluso, la propia sociedad en su conjunto por condenar a casi 1/4 parte de nuestros alumnos a un fracaso ante el que nadie pone recursos didácticos, organizativos, metodológicos, humanos y económicos.
Puede contactar conmigo en xaviersegu@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario